Cómo ocuparse de las tareas domésticas cuando tiene un problema de salud
Cuando una persona tiene una afección médica, las tareas cotidianas no se acaban. Sigue habiendo platos y ropa que lavar, alimentos que comprar y bombillas que cambiar.
Ya sea que tenga una afección crónica o se esté recuperando de un problema de salud, esto puede ser abrumador. A continuación, encontrará algunos consejos útiles para mantener la limpieza del hogar cuando las tareas se acumulen.
Haga un plan
El primer paso es organizarse. Haga una lista de todas las tareas cotidianas. Identifique las más importantes y determine con qué frecuencia es necesario hacerlas. Decida lo que puede hacer por su cuenta de forma realista. Luego, pida ayuda a familiares y amigos. Consulte el equipo de atención médica sobre recursos de la comunidad que podrían ayudarlo también. Recuerde que está bien pedir ayuda.
Clasifique
Divida las tareas domésticas por lugares. De esta manera, sentirá que las tareas no son tan abrumadoras y podrá organizarse. Estos son algunos consejos para abordar tareas habituales:
Lavar los platos, abastecer la despensa y el refrigerador y cocinar es mucho trabajo. Siga estos consejos para poder llevarlas a cabo:
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Organice las comidas. Haga una lista de los artículos que necesita para abastecerse. Busque opciones simples y saludables. Hay muchos sitios web con recetas fáciles. Compre frutas y verduras cortadas para ahorrar tiempo. Cuando compre alimentos preparados, recuerde consultar la información nutricional. Trate de evitar las comidas con mucho sodio y azúcar. Busque alimentos preparados con una lista corta de ingredientes y aditivos.
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Elimine las compras de la lista de tareas pendientes. Para facilitar las cosas, use un sistema en línea de entrega de alimentos a domicilio. O bien pídale a amigos o familiares que hagan las compras por usted.
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Sepa cuánta energía tiene que dedicar a cocinar. Considere la opción de los servicios de reparto de comida a domicilio para aliviar la carga. Si no puede cocinar, sus familiares y amigos pueden ponerse de acuerdo para llevarle la comida mientras se recupera.
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Siéntese. Evite estar de pie todo el tiempo. Tenga siempre a mano una silla alta o un taburete mientras limpia o cocina.
Tener la ropa limpia es una tarea constante. Pruebe estos consejos:
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Sea creativo con los cestos. Coloque cestos para la ropa sucia en el dormitorio y el cuarto de baño, cerca de donde se cambia de ropa. Cubra los cestos con bolsas de supermercado para que sea más fácil sacar la ropa.
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Vaya despacio. En vez de lavar una gran cantidad de ropa toda junta, lave de a poco. Así, podrá controlar mejor las tandas.
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Asegúrese de tener un fácil acceso a la lavadora y la secadora. Coloque una silla cerca para poder lavar la ropa mientras se sienta. Guarde el jabón y otros artículos de lavandería en un lugar accesible. Coloque el jabón en botellas con bomba o use jabón en pastillas.
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Póngase cómodo. Busque un espacio donde pueda sentarse para doblar y ordenar la ropa limpia.
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Pida ayuda. Sus amigos y familiares pueden lavar la ropa cuando usted no pueda hacerlo. Si no tiene lavadora ni secadora en el hogar, pida a sus seres queridos que la lleven a una lavandería. O busque servicios de lavandería en su zona.
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Use ropa que no requiera mucho cuidado. Evite las prendas que se arrugan con facilidad o las que solo pueden secarse en el tendedero.
Limpiar el cuarto de baño puede ser un fastidio, sobre todo si tiene una afección médica. Los siguientes consejos pueden facilitar esta tarea:
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Pruebe con una alfombra antifatiga. Si tiene una afección como la artritis o algún dolor en la parte inferior del cuerpo, puede utilizar una alfombra antifatiga para mantenerse de pie mientras limpia zonas como el fregadero o el espejo.
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Siéntese mientras limpia. Si le resulta difícil permanecer de pie durante períodos prolongados, utilice un taburete resistente para sentarse mientras limpia superficies como lavabos, bañeras y el suelo.
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Use herramientas ergonómicas. Pruebe con cepillos de mango largo o limpiadores extensibles para poder limpiar sin estirarse ni agacharse demasiado.
Estas incluyen barrer, fregar, quitar el polvo y pasar la aspiradora en varias habitaciones. Puede ser agotador. Estas son algunas ideas útiles:
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Busque herramientas útiles. Invierta en un trapeador eléctrico multiuso que también barra. Puede limpiar tanto superficies duras como alfombras. Si tiene toda la casa alfombrada, considere la posibilidad de adquirir una aspiradora robótica.
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Tenga a mano los suministros necesarios. Asegúrese de que los productos de limpieza estén al alcance de la mano.
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Pida ayuda. Recuerde que puede contar con sus seres queridos. También puede buscar servicios de limpieza.
Estar al aire libre sienta muy bien, y hacer un simple trabajo de jardinería aporta más movimiento a su día. Pero si le resulta difícil mantener el ritmo de las tareas al aire libre, sus seres queridos pueden ayudar con el jardín o el mantenimiento regular del patio. Considere la posibilidad de contratar un servicio de mantenimiento de césped, hojas o nieve.
Mantener limpio el espacio en el que vive es importante, pero no a expensas de su salud. Así que no se exija. Confíe en su red de apoyo y en otros servicios tanto como necesite.
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