Tratamiento de la enfermedad de Ménière: cómo seguir una dieta baja en sal
Una manera frecuente de tratar los síntomas de la enfermedad de Ménière es comer menos sal. La sal contiene sodio. Este hace que el cuerpo retenga más líquido. Ya que la enfermedad de Ménière se debe a la acumulación de líquido en el oído interno, la disminución del consumo de sodio podría aliviar sus síntomas.
El sodio es uno de los ingredientes principales de la sal de mesa. Además, se encuentra de forma natural en la mayoría de los alimentos. Sin embargo, la mayoría del sodio que consume se agrega a sus comidas cuando se elaboran en una fábrica o restaurante. Es por esto que es fácil consumir más de lo necesario. ¿Cómo sabe cuánto sodio tiene un alimento? Las etiquetas de información nutricional son una buena forma de comenzar a obtener información. Estas etiquetas muestran la cantidad de sodio, colesterol, fibra alimentaria y calorías que contiene cada porción. También indican cuántas porciones hay en cada envase y cuántos tipos diferentes de grasa hay en el alimento.
Una recomendación común es limitar el sodio a 1,500 a 2,000 mg o menos al día. Esto equivale a entre tres cuartos y una cucharadita de sal de mesa. Su proveedor de atención médica le dirá cuántos miligramos (mg) de sodio puede comer al día.
Consejos para comer menos sal
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No agregue sal a los alimentos que cocina. Sazone las comidas con aderezos como el limón, la pimienta, el ajo, la cebolla y las hierbas secas.
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Quite el salero de la mesa. Sustitúyalo por mezclas de hierbas sin sal, especias y sustitutos de la sal.
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Consiga un libro de recetas con poca sal. Esto le dará ideas para preparar comidas saludables y sabrosas.
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Elija tentempiés con poca sal como, por ejemplo, pretzels o galletas sin sal, palomitas de maíz cocinadas con aire caliente o yogur con poca grasa congelado.
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No use condimentos que contienen mucho sodio. Por ejemplo, la mostaza, los encurtidos, la salsa de tomate kétchup, la salsa de soya y la salsa inglesa.
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Cuando salga a comer, solicite que le preparen sus platos sin agregarles sal. Tenga cuidado con las comidas rápidas. Estas suelen ser excesivamente saladas.
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Antes de comprar un alimento que no sea fresco, lea las etiquetas. Verifique los miligramos de sodio que contiene cada porción. Tenga cuidado con los ingredientes con mucho sodio, como el bicarbonato de sodio y la sacarina.
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Evite comidas encurtidas, ahumadas o envasadas en salmuera o caldo.
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Si consume tabletas de antiácidos, elija una marca que no contenga sodio.
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Ciertas pastas de dientes, enjuagues bucales y medicamentos pueden contener sal. Pida a su farmacéutico que le recomiende sustitutos con poca sal.
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