Para empezar, anote todas las cosas que le gustaría hacer para disminuir sus riesgos.

Subdivida cada objetivo en pequeños pasos. Si anotó "consumir menos grasa", un pequeño paso podría consistir en ponerle mermelada de fruta en vez de mantequilla al pan tostado. También puede llevarse una sopa y un bolillo para el almuerzo en lugar de salir a comer hamburguesa y papas fritas.

Decida el paso que le gustaría dar primero. Luego, escoja un segundo y un tercer paso.

Vaya marcando cada paso a medida que lo logra. Agregue nuevos pasos conforme avanza.

Establezca un plazo para cumplir cada uno de los pasos y para ayudar a respetar la nueva regla que se ha impuesto.

Si alguno de los pasos no le está resultando, pruebe con otro. Vuelva a intentar el primer paso más adelante.

Llevar un registro de los ejercicios para observar su progreso y seguir adelante. Intente registrar sus actividades cada semana. Esto le dará la oportunidad de mirar hacia atrás al terminar la semana y de hacer los cambios necesarios.

Los registros de las comidas permiten entender los hábitos de alimentación y planificar maneras de hacer cambios pequeños. Intente escribir las comidas que ingiere cada día. Probablemente le resultará más fácil ser más constante a la hora de hacer elecciones sanas.

Anote las ocasiones en que siente tensión o ansias de fumar para pensar en maneras de evitar sus causas. Escriba una lista de actividades que preferiría hacer para no ceder a esos impulsos.

Como recompensa, dese a sí misma algo especial que ha estado anhelando.

Haga algo que siempre se ha propuesto hacer, como ir a bailar.

Prémiese con una actividad que disfrutará después de una semana exitosa.