Meduloblastoma (Niño)
El meduloblastoma es un tipo poco frecuente de cáncer en el cerebro. Puede ocurrir en los niños y los adultos jóvenes, pero es más común en los niños pequeños.
¿De qué manera crece un meduloblastoma?
Un meduloblastoma es un tumor cerebral primario. Eso significa que comienza en el cerebro en lugar de llegar al cerebro desde otro lugar del cuerpo. Este tipo de tumores crece con rapidez. Lo hace en el cerebelo, cerca de la parte posterior del cerebro. El cerebelo controla el equilibrio y la coordinación.
Este tipo de tumor puede propagarse (metastatizar) en el cerebro y la médula espinal. El meduloblastoma muy rara vez se disemina a otras partes del cuerpo, como los huesos o los pulmones. Un tumor que se ha propagado es más difícil de tratar. E incluso un tumor pequeño que está en el cerebro puede ejercer presión contra otras partes del cerebro y ocasionar problemas.
Tipos de meduloblastoma
Los meduloblastomas se han agrupado en diferentes tipos en función de qué aspecto tienen las células tumorales debajo del microscopio. Pero la mayoría de los proveedores de atención médica los categorizan en cuatro subtipos principales en función de las características genéticas de las células tumorales. Los subtipos de los meduloblastomas son los siguientes:
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Meduloblastoma con activación de WNT
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Meduloblastoma con activación de SHH (sonic hedgehog)
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Grupo 3 (sin activación de WNT/sin activación de SHH)
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Grupo 4 (sin activación de WNT/sin activación de SHH)
Algunos subgrupos son más difíciles de curar que otros. Por este motivo, los diferentes subgrupos pueden recibir distintos tratamientos. El proveedor de su hijo puede darle más información sobre el tipo de meduloblastoma que tiene su hijo y lo que esto significa.
¿Cuáles son las causas de un meduloblastoma?
Los investigadores están todavía aprendiendo por qué crece este tipo de tumor en el cerebro. Ciertos cambios genéticos que se transmiten de padres a hijos podrían hacer que el tumor crezca. Por ejemplo, el síndrome de Gorlin (carcinoma nevoide de células basales) y el síndrome de Turcot. Pero esto ocurre en una pequeña cantidad de personas con este tumor. La mayoría de las personas con meduloblastoma no tiene un trastorno genético.
Síntomas de un meduloblastoma
Los síntomas suelen comenzar lentamente e ir empeorando a medida que el tumor crece. Dependen de la ubicación del tumor en el cerebro.
El dolor de cabeza es algo común. Un tumor en el cerebro puede bloquear el flujo normal de líquido cefalorraquídeo. Esto aumenta la presión intracraneal. Esta presión en el cráneo puede causar dolor de cabeza, náuseas, vómitos y mareos. Dado que el tumor crece en el cerebelo, puede afectar el equilibrio y la coordinación desde un principio.
Los síntomas de un meduloblastoma pueden incluir lo siguiente:
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Dolores de cabeza, especialmente por la mañana
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Náuseas y vómito, que pueden ser peores por las mañanas
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Convulsiones
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Cambios en la capacidad para pensar o confusión
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Problemas con el equilibrio, o torpeza
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Mareos
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Visión doble o borrosa u otros problemas en la visión
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Cansancio (fatiga)
¿Cómo se diagnostica el meduloblastoma?
El proveedor de atención médica le preguntará acerca de la historia clínica y los síntomas de su hijo. También le preguntará sobre la historia clínica de su familia. Le hará una exploración física, que incluye un examen neurológico. Puede que le pida a su hijo hacer cosas simples, tales como caminar, tocarse la nariz con un dedo, sostener sus manos hacia afuera o seguir una luz con los ojos. Si el proveedor sospecha que puede tener un tumor en el cerebro, puede que su hijo deba someterse a pruebas, como las siguientes:
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Resonancia magnética del cerebro y de la médula espinal con medio de contraste (gadolinium)
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Tomografía computarizada con medio de contraste
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Punción espinal (punción lumbar) para detectar células tumorales en el LCR
Su hijo debería ver a un proveedor que se especialice en tumores cerebrales. Puede ser un neurólogo, un neurocirujano o un neurooncólogo. Es posible que el cirujano deba extirpar el tumor para poder analizarlo en un laboratorio. El proveedor le explicará los resultados de las pruebas de su hijo, que incluyen el informe patológico del laboratorio. Este informe indica el tipo exacto, el tamaño, el ritmo de crecimiento y otra información sobre el tumor que tiene su hijo.
Tratamiento de un meduloblastoma
El equipo de atención médica colaborará con usted para determinar cuál es el mejor plan de tratamiento para su hijo. El plan depende del tipo de tumor, el riesgo del tumor y dónde se encuentra. Es probable que el primer tratamiento de su hijo sea una cirugía. El objetivo es extraer de forma segura la mayor cantidad posible del cáncer. El tumor se envía a un laboratorio para analizarlo con el objetivo de obtener más información sobre el cáncer. Después de la cirugía, puede que a su hijo le hagan radioterapia. Es probable que también le hagan quimioterapia como parte del tratamiento del meduloblastoma. Si el tumor regresa después del tratamiento, es posible que su hijo reciba quimioterapia en dosis altas con un trasplante de células madre. Esto depende del subtipo de tumor y de cuánto se haya diseminado.
Si su hijo tiene mayor presión intracraneal, quizás necesite una derivación. Es un tubo delgado y flexible que se coloca en el cráneo para ayudar a drenar el exceso de LCR. Puede que su hijo necesite hacerse resonancias magnéticas de seguimiento para ver cuán bien está funcionando el tratamiento.
Consulte con el proveedor de atención médica si un ensayo clínico es una opción posible para que su hijo participe.
Posibles complicaciones del tratamiento
El equipo de atención médica de su hijo hablará con usted acerca de las posibles complicaciones del tratamiento, como las siguientes:
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Daño cerebral temporal por la cirugía y la radiación, lo que puede causar problemas con el pensamiento, el aprendizaje y la concentración
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Síndrome de mutismo cerebeloso (síndrome de la fosa posterior). Esto podría ocurrir después de la cirugía y durar meses o años. Los signos de este síndrome incluyen los siguientes:
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Dificultad para hablar
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Dificultad para tragar y comer
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Pérdida del equilibrio y dificultad para caminar
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Pérdida de la tonicidad muscular
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Cambios en la personalidad y cambios de humor
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Náuseas, vómitos y cansancio (fatiga) debido a la radioterapia, la quimioterapia o ambas
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Infertilidad
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Crecimiento y desarrollo más lentos
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Pérdida de la audición
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Mayor riesgo de tener otros tipos de cáncer más adelante
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Mayor riesgo de tener un ataque cerebral más adelante
Atención de seguimiento
La mayoría de los niños con meduloblastoma obtienen buenos resultados. Sin embargo, en algunos casos, el tumor vuelve a aparecer después del tratamiento. Para vigilar esta y otras posibles complicaciones a largo plazo del tratamiento, su hijo debe hacerse controles periódicos con el equipo de atención del cáncer. Su hijo probablemente deba tener resonancias magnéticas de seguimiento en las semanas posteriores a la cirugía y, luego, algunas veces cada año después de eso. Además, es posible que también se beneficie de recibir terapia a largo plazo de varios proveedores de atención médica que se especialicen en los sobrevivientes de cáncer infantil.