Cuidado de la mano

• Mantenga la mano elevada por encima del nivel del corazón cuanto le sea posible durante varios días después de la cirugía. Esto ayuda a reducir la hinchazón y el dolor.

• Asegúrese de no mojar el yeso o los vendajes para prevenir infecciones y acelerar el proceso de recuperación.

Alivie el dolor según lo indicado

Es posible que el cirujano le recete analgésicos o le sugiera que tome medicamentos antinflamatorios. También podría indicarle que se aplique hielo (o alguna otra fuente de frío) en la mano. Para hacer una compresa de hielo, coloque cubos de hielo en una bolsa plástica que se cierre en la parte superior. Envuelva la bolsa en una toalla o un paño fino y limpio. Nunca aplique hielo ni una compresa de hielo de forma directa sobre la piel. La compresa fría puede ponerse directamente sobre los vendajes, el yeso o la férula. Deje la fuente de frío sobre la mano durante el tiempo que le resulte cómodo. Hágalo varias veces al día durante los primeros días después de la cirugía. Pueden pasar varios minutos hasta que sienta que el frío pasa a través de los vendajes, la férula o el yeso.

Asista a las visitas de seguimiento con el cirujano

En la visita de seguimiento posterior a la cirugía, el cirujano revisará el progreso de la recuperación. También podría quitarle los puntos de sutura, los vendajes, la férula o el yeso. O podría colocarle una férula o un yeso nuevo. Si la mano ya se recuperó lo suficiente, el cirujano podría indicarle que haga algunos ejercicios.

Haga los ejercicios de mano que le indicaron

El cirujano podría recomendarle que haga ejercicios. Quizá deba hacerlos bajo la supervisión de un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional. Los ejercicios se practican para fortalecer la mano y recuperar la flexibilidad y la función correcta. Haga los ejercicios según las recomendaciones que le dieron.

Llame al cirujano en los siguientes casos o si tiene alguno de estos síntomas...

• Fiebre de  100.4°F ( 38.0 °C ) o superior, o según le indique el proveedor de atención médica 

• Escalofríos con temblores

• Efectos secundarios de los medicamentos, como náuseas o vómitos persistentes

• El vendaje está mojado, suelto o demasiado apretado

• Hemorragias excesivas

• Aumento de la hinchazón, dolor, hormigueo o entumecimiento

• Incapacidad para mover los dedos

• Dedos azulados o fríos

• Signos de infección (como secreciones, calor o enrojecimiento) en el lugar de la incisión